Luna Rabiosa

El blog íntimo de Rafa Mollá

Con traje y a lo loco

Se que esto de Con traje y a lo loco es algo que no todo el mundo entiende, o más bien no coinciden conmigo. Pensad que básicamente es mi forma de ver el mundo la que me hace llegar a esta reflexión, así que paciencia.

Nunca entenderé a esas personas que les gusta esconderse debajo de un disfraz. ¿Y esto a que viene? Pues a que el otro día (el otro día va entre ayer y 10 años atrás) tenía que exponer un proyecto ante un comité de evaluación. Yo hacia el “papel” de jefe de proyecto y bajo mi mando tenía a dos colegas. Uno de los requisitos, a parte de la elaboración del proyecto, redactar la memoria, preparar una exposición y que todo quedara bien, era la buena presencia. Esto implica: Corte de pelo, afeitado, esconder algún piercing, traje, zapatos, camisa, corbata… Y todo el resto de la parafernalia.

Reconozco que cuando iba con todo eso, me veía elegante, me sentía bien conmigo mismo y estaba cómodo (salvo por los zapatos), pero igual de bien me siento cuando visto con unos vaqueros, una camiseta y unas bambas, voy sin afeitar y con el pelo a su aire. ¿Por qué las personas se empeñan en ocultarse tras una “buena” imagen? Se creen, que por ir con un traje caro, unos zapatos y una corbata van a ser más inteligentes, competentes o realizarán mejor su trabajo.

Pues no señores míos, seguirán siendo igual de inútiles, seguirán desprendiendo ese hedor a hipocresía y seguirán teniendo su corazón podrido. O acaso ¿un asesino es menos culpable si va con traje? Que sí, tienes razón, todo esto está condicionado por la sociedad, absurda, en la que es más importante la imagen que el rendimiento laboral. Haber cuando se empieza a apreciar a la gente y a su trabajo, no por el atavío que gasta, sino por lo profesional que es o por la calidad de su faena. 

Y si hay algo que de verdad me toca los cojones y es a lo que venía con todo esto, es que por culpa de este estereotipo que se ha creado donde las personas más maravillosas, por lo visto, son las que visten “elegante”, poseen un buen coche, un reloj enorme, la casa mas grande de la ciudad, unos cuerpos esculpidos en mármol pulido… Hay mucha gente que pierde el culo por ti@s que disponen de esas características, olvidando cosas tan importantes, como que sean amables, sociables, que tengan cosas en común… Todo eso no importa, ¿no? Bueno comparten el gusto por esconderse detrás de un velo que oculta como es cada uno en realidad.

Y qué valor tiene ser deseado por tu pinta, por tu dinero… ¿por qué a que se ama? ¿a la persona o a lo que tiene la persona? Sí, yo creo que a lo que tiene la persona, pero no en su bolsillo, sino en su cabeza: sus ideas y sus emociones. Que delicioso resulta conocer a alguien con el que compartes un pensamiento, una ilusión, unas risas, o cualquier otra inquietud, sin importar como viste. Por eso nunca entenderé a esas personas que les gusta esconderse debajo de un disfraz.

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